domingo, 8 de mayo de 2011


 Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.



El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta

Al hombre le interesa lo real, como tal, aunque no sea deseable. Al niño le importa lo deseable, como tal, aunque no sea real.
 Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón. John Ruskin


El que escribe en el alma de un niño escribe para siempre.

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